Praga, Republica Checa

Enigmática Praga

Agosto 2010

Praga es la capital de la República Checa y uno de los actuales focos de atracción turística de Europa. Conocida también como la Ciudad Dorada o La Ciudad de las Cien Torres es uno de esos lugares que quedará marcado para siempre en la memoria del viajero.

Para moverse por la ciudad, lo ideal es disfrutarla paseando, pues los callejones y sus hermosos edificios con múltiples escudos, invitan a ello. Pero, también os puedo recomendar que os hagáis el bono mensual de metro, bus y tranvía (que sale 80 coronas más que si se compra un bono para cinco días, por lo que merece la pena pillar el bono mensual, es importante llevar foto), así desplazarse es mucho más cómodo. Y se ahorra estar buscando efectivo para sacar el ticket, ya que las máquinas de metro distan mucho de ser como las del metro de Madrid, por ejemplo. Con el bono, no hace falta fichar. Se puede obtener en las estaciones de Námesti Míru y de Dejvická. Hay bastantes revisores tanto en el metro como en el tranvía. Se les enseña el bono o el ticket y sin problemas. Si no lleváis ticket o bono, la multa son 700 coronas.

Tan solo hay tres líneas de metro, pero recomendaría coger el tranvía para disfrutar de unas vistas agradables de la ciudad y ver los monumentos tranquilamente. De noche es una auténtica pasada.

Praga está dividida en seis distritos. Staré Mesto (Ciudad Vieja) es la zona más transitada por turistas, allí podremos encontrar la imponente Plaza de la Ciudad Vieja, donde poder ver como da la hora el fantástico Reloj Astrónomico. La Iglesia de Nuestra Señora de Tyn es la protagonista absoluta, cuando es iluminada por la noche. En la misma plaza, también podemos encontrar la Iglesia de San Nicolás. Este distrito es ideal para pasear tranquilamente y disfrutar de todos los edificios a su paso. Si nos dirigimos hasta la Námesti Republiky, nos toparemos con La Torre de la Pólvora, una preciosidad arquitéctonica que impone cierto misterio cuando anochece, trasportando al turista a otra época, quizás la de los artistas y los músicos, que pudieron disfrutar de la ciudad Bohemia en otros tiempos. En dicha plaza se puede apreciar en la portada de un edificio uno de los frescos del pintor checo Alfons Mucha. (Dicen que fue impulsor de lo que se conoce como Art Noveau).

Malá Strana o Ciudad pequeña, ofrece la plaza de la ciudad pequeña, la Iglesia de San Nicolás (que no hay que confundir con la de Staré Mesto) es el máximo exponente de estilo Barroco de Praga, también la Iglesia de Nuestra Señora de Victoria. Pero lo mejor sin duda, es cruzar desde Staré Mesto hasta la Ciudad pequeña, pasando por el señorial Puente de Carlos, aborratado de turistas y de artistas que exponen sus obras. A lo largo de sus 500 metros, encontraremos 30 figuras. Mientras el castillo es testigo de como los paseantes posan sus manos en las figuras equivocadas. Dicen que hay que tocar los grabados de San Juan de Nepomuk para volver a Praga y la figura del perro, para que nos sean fieles. Nunca hay que tocar la figura de la doncella, porque nos traerá todo lo contrario o eso dicen las leyendas.

De Malá Strana, recomiendo visitar el Palacio de Wallenstein y sus jardines, es ideal para sacar unas bonitas fotografías. Y hay un muro, conocido como el Muro de las Pesadillas, que es cuanto menos, bastante curioso y llamativo. Dicen que representa los horrores y monstruos (que pueden apreciarse en la pared si te fijas bien) que soñaba el diseñador de este entorno. En los jardines abundan fuentes y figuras mitológicas.

Praga es una ciudad de historias asombrosas y de fascinantes leyendas. Para ser conocedores de ellas, os recomiendo que hagáis un tour, en el que os contarán todo este tipo de historias y de datos históricos muy interesantes. Os recomiendo los tours de New Europe, que son gratuitos, al final de estos el turista le dará al guía una aportación. Nuestra guía fue una chica muy maja, que nos informó tanto a nivel histórico, artístico y de historias curiosas. El punto de reunión es en la Plaza Vieja (Staré Mesto) justo en frente de la figura de Jan Hus.

La zona de Hradcany es donde se puede encontrar la mayor fortaleza medieval del mundo, fue residencia de los reyes de Bohemia durante mucho tiempo. Dentro del castillo, encontraremos el icono gótico más emblemático de la capital checa, La Catedral de San Vito. Una auténtica maravilla, con una portada enorme, que no podréis sacarle una foto para inmortalizar lo espectacular que es. Fue construida a lo largo de 6 siglos. En esta zona, también se encuentra otro lugar de peregrinaje, El Loreto. Y dentro del castillo, se encuentra el Callejón del Oro, en esa calle, vivió Kafka. Yo no tuve la suerte de verla, porque estaba cerrada, solo se podía ver un poco si se entraba al Museo del Juguete, al que no entré.

La Plaza de Wescenlao ha sido sin duda alguna, la testigo de los acontecimientos históricos y políticos más importantes de Praga. Esta enorme plaza se encuentra en Nove Mesto o Ciudad Nueva. El edificio más importante en este lugar es el Museo Nacional de Praga. Fue en esta plaza, donde tuvieron lugar la revolución del Terciopelo y la caída del comunismo.

Otro de los distritos importantes de la ciudad es Josefov o conocido como El Barrio Judío. En este se pueden encontrar las seis sinagogas: Pinkas, Maisel, Española, Alta, Vieja-Nueva y la Klausen, en esta última a su salida podemos acceder al Cementerio Judío. De mi visita por las sinagogas destacaría como la más llamativa, la sinagoga Española por poseer el interior más espectacular y bonito artísticamente. Para comprar la entrada a las sinagogas hacen descuento con el carnet de estudiante. En la sinagoga Pinkas se puede encontrar una exposición con los dibujos de niños que estuvieron en el campo de concentración de Terecín. Si os doy mi opinión, fue la zona que menos me gustó de la ciudad. También hay una escultura del escritor Kafka.

Una de las zonas quizás más desconocidas de Praga y donde no había tanta cantidad de turistas es Vysehrad. Allí se encuentra la fortaleza del mismo nombre, donde poder pasear por los enormes jardines y también visitar el cementerio de Vysehrad, donde se pueden encontrar múltiples esculturas que custodian tumbas. Hay bonitas vistas desde los muros de la fortaleza, pero si queréis unas buenas vistas de la ciudad, es desde la zona del castillo, donde podréis conseguir deleitaros con las múltiples torres, tejados rojos, etc, que Praga posee.

A continuación, os añado alguna información sobre la cerveza de Praga comentado por mi chico, ya que también hicimos un poco de “turismo cervecero”. Para los amantes de la cerveza está bien conocer que en Praga, la cerveza está más barata que el agua (podemos disfrutar de una pinta de cerveza – medio litro- por poco más de un euro). Tal vez sea porque fueron los inventores de la misma, procedente del pueblo checo de Pilsen, de la que ha heredado el nombre la típica cerveza rubia que nos ponen habitualmente en cualquier bar: Una pils, pilsner, lager o coloquialmente llamada cerveza rubia. Como ejemplos claros tendremos la Budweiser Budvar, la Gambrinus o Pilsner Urquell, siendo esta última la más típica en los bares de la ciudad vieja, junto con un par de cervezas negras.

Sin embargo, si gustáis de cervezas más especiales, hechas en la misma casa os recomendaría los bares Pivnice, como el U Medvídků, en el cual, además de poder probar la cerveza de la casa, hay una buena variedad de tostadas de mayor graduación como la Olgott y sobre todo la semi-negra Xbeer 33, cerveza la cual dicen es la de mayor graduación del mundo, 14º.

Y si se quiere degustar unas buenas cervezas de Abadía, no se os olvide hacer una parada en el monasterio de Strahov, o mejor dicho, en su cerveceria llamada Klášterní pivovar Strahov en la subida por Hradcany para probar una Sv. Norbert. No os dejéis engañar por su apariencia lujosa, ya que los precios tampoco son desorbitados. Entre la gran variedad de cervezas de toda clase, desde rubias a trigo, destaca una sobre las demás: La St Norbert India Pale Ale o IPA simplemente.

Es también famosa la cerveza Eggenberg, autóctona de la población checa de Cesky Krumlov. Curiosamente, todavía es distribuida en carruaje al establecimiento donde se puede disfrutar de un bar típico del lugar y observar los coloretes de los aldeanos asiduos, puesto que es una cerveza rubia que entra muy fácil.

Finalizando, Praga es la ciudad que he visitado con un encanto casi mágico y en mi opinión mucho más bonita de noche que de día, ofrece toda una serie de monumentos realmente mágicos. La plaza Vieja o La Catedral de San Vito, fueron los sitios que más me gustaron. Realmente impactantes. Praga es la capital maltratada por tantas invasiones, por tanques que una vez en su historia se presentaron en su entorno artístico, es realmente increíble que aún queden monumentos en pie, por todo lo que la ciudad y sus habitantes han sufrido a lo largo de la historia, puede que sea por ello que los checos no son muy agradables.

Praga la ciudad de tejados rojos, de leyendas en cada rincón, la ciudad enigmática, la población de las avispas y de preciosos edificios. Os la recomiendo enormemente, no defraudará a nadie.